Es común pensar que arrendar un inmueble a un precio bajo no es rentable. Sin embargo, existe una gran ventaja que muchos propietarios pasan por alto: la estabilidad a largo plazo. Las personas que encuentran un lugar a un precio accesible suelen quedarse por años, porque, cuando consideran mudarse, se dan cuenta de que los precios del mercado han subido y prefieren seguir donde están. ¿Por qué pagar más por algo que ya tienen y que les resulta cómodo?
Este comportamiento beneficia al propietario de forma significativa. Al arrendar barato, aseguras que tu inmueble no esté vacío por meses, evitando así los periodos de inactividad y los costos adicionales asociados a la falta de un arrendatario. La estabilidad que te ofrece un buen inquilino compensa el precio más bajo.
La Rentabilidad de Arrendar Barato
Muchos se preguntan: "¿Para qué arrendar barato si no es rentable?" La respuesta es simple. Hay dos fuentes de ingreso que se deben tener en cuenta. El primero es el arriendo mensual, que sirve principalmente para cubrir el mantenimiento del inmueble y aportar algo al flujo de caja personal. El segundo, y generalmente más importante, es la valorización de la propiedad.
Con el tiempo, los inmuebles tienden a aumentar su valor. Entonces, mientras recibes un ingreso constante por el arriendo, tu inversión sigue creciendo en valor. Esta es la verdadera rentabilidad. La clave es entender que, aunque el arriendo sea bajo, estás ganando en el largo plazo gracias a la valorización.
En resumen, arrendar barato no solo es un buen negocio, sino que también garantiza estabilidad, reduce los tiempos de vacancia y asegura que tu propiedad siga generando valor. Una estrategia que puede parecer menos lucrativa a corto plazo, pero que, a largo plazo, puede ser altamente beneficiosa.
Escrito por
José Alejandro Diaz Gutierrez
Gerente Piazza Inmobiliaria SAS